pop roto y luminoso


Viene ocurriendo en la escena musical uruguaya una sucesión de muy buenos discos que tienen como centro gravitatorio el colectivo Esquizodelia y planetas sonoros cercanos. Todos tienen en común el gusto por un pop roto, desalineado, con influencias que van desde el twee pop (el de Magnetic Fields, pero también el español, el de los grupos del Donosti Sound) al noise más ruidoso y desequilibrado (sobre todo el neoyorquino, el de Sonic Youth y sus descendientes). En el medio, y cada uno elige sus ingredientes preferidos, las opciones pueden ir desde el gusto por la repeticion que dialoga con el kraut y el synthpop, hasta viajes de neosicodelia o antifolk.
Esa sucesión, que viene in-crescendo en los últimos años y muestra una evidente madurez de varias generaciones de músicos metidos a experimentar y a buscar aleaciones diferentes, deriva de un fino entramado que tiene que ver con las primeras búsquedas de Carmen Sandiego, el toque pionero de Amelia (el primer grupo de Ezequiel Rivero), los muy buenos discos de Franny Glass y sobre todo la maestría de cada disco de La Hermana Menor.
Se podría afirmar que desde el disco Diciembra, de 3 Pecados, la movida se acelera y empieza a tomar una entidad que la vuelve visible y el espacio indie empieza a salir definitivamente del under. Alcanza con nombrar los ejemplos más trascendentes: el excelente debut de Julen y La Gente Sola, el bellísimo Ceres & Venus de La Foca, el de Alucinaciones en Familia, los discos de Lucas Meyer, los de Los Cósmicos, el de O'Neill, el de Mux, el gran salto de Carmen Sandiego en sus últimos discos, y muy especialmente el de Jhona Lemole y Los Nombres Comunes. Se agrega, este año 2017, Excelentes Nadadores. Es un debut. Pero no son nuevos en la escena: derivan de la desaparecida banda Bruno Stroszek y tienen el liderazgo compositivo de Leandro Dansilio, que es guitarra, voz y productor artístico del pop roto y luminoso de los Nadadores. ¿Quién es Dansilio? ¿De dónde viene? Vale la pena saber un poco de él antes de sumergirse en sus canciones.

Leandro Dansilio, parte 1: Hace cerca de diez años que vengo produciendo, grabando y mezclando, siempre de forma independiente, casera y arcaica por momentos, pero con el mayor esfuerzo en todos los casos. Mi primeras experiencias con grabaciones, con las que empecé a tratar de armar puzzles de canciones y experimentaciones sonoras, fueron en la adolescencia. Un amigo, Cabet (músico, compositor coterráneo de Sauce) me pasó el pique de cómo grabar varias pistas, haciendo overdubs, con un doble-cassettero japonés y un micrófono. De ahí resultaron horas y horas de grabaciones, sin intención de difundirlas más que entre mis amigos cercanos, mi hermano y compañeros de banda del momento. Lo primero que produje de alguna forma, con la intención de publicar y difundir, fue el disco de Nene, banda de la ciudad de Sauce en la que también tocaba. Después vinieron dos eps de Los Dinámicos (banda de surf rock de los arroyos, también de Sauce), dos eps de Bruno Stroszek, y entre medio de eso, hice dos discos y un ep de un pseudo-proyecto instrumental de requeches sonoros y pasajes musicales, con el seudónimo de Botarate. Hasta ahí, todas las producciones que hice fueron para proyectos en los que también participaba como músico. Después de eso produje un par de canciones para el disco solista Registros Akáshicos, de Pau O'Bianchi, los discos Solo, de Cabet, y Lo común, de Y Los Nombres Comunes. Y lo último que vengo haciendo es lo de Excelentes Nadadores.

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10 CANCIONES
El disco debut de Excelentes Nadadores abre con la canción "5 gol" (tiene un clip en Youtube, o se puede escuchar directamente en Bandcamp). Se comprabará que es pop luminoso, como ya se dijo, pero de luces bajas y niebla, con una guitarra melancólica y un teclado que parece que no quiere despegar y repite y repite notas y ocupa los silencios con fragilidad y emoción. La bata y el bajo acompañan, implacables. La voz se suma y completa la obra con una letra que Dansilio canta sin exaltación, neutro, mientras crece alguna guitarra y pequeñas variaciones se van metiendo, entrelíneas, para alcanzar una densidad que atrapa y se vuelve adictiva. De un comienzo liviano a un desborde casi noise. Las siguientes canciones sintonizan ese mismo plan. Y funcionan. Ninguna baja la tensión. Es de esos discos que se vuelven imprescindibles, que no se abandonan. La voz y el teclado son protagonistas. También las guitarras. Consiguen estados mántricos. La batería y el bajo bajan a tierra, anuncian cortes, suben y bajan, marcan de alguna manera el camino de cada canción. Y las letras son muy buenas; son de las que pegan despacio, porque tienen desconexiones que hay que ir armando, interpretando de a poco. "5 gol" es una canción perfecta. "Los galpones" es otro punto muy alto. De todos modos, es difícil señalar momentos que destaquen sobre otros, más allá de estas dos y la joyita "Autocirugía cardiovascular", y sobre todo la última, que aparece después de un tobogán rítmico y distorsiones que se van sumando a medida que avanza el disco. Se llama "Militancia sideral". Tiene misterio. Tiene un ruido diferente al del resto del disco. Es como si se cruzara a Leo Maslíah con Pavement. Sensaciones de ese calibre suceden a lo largo de todo el disco. Se recomienda dejarse llevar. Las preguntas quedan en el aire: ¿de dónde viene el pop luminoso y roto de los Nadadores? ¿de dónde esos textos cotidianos, también rotos y con cierto aire nostálgico?

Leandro Dansilio, parte 2: El disco es deliberadamente pop, más luminoso, y también más denso de lo que habíamos hecho antes, con varios ataques de ruido. El pop que más nos gusta es el que viene con mugre arriba, generalmente hecho por músicos poco adiestrados, sin virtuosismo, con una técnica autolimitada, con preponderancia de la melodía, con un poco de desencanto y cinismo, con pocas pretensiones comerciales. El pop que nos gusta se diferencia en esos elementos de lo que hace Madona, Beyonce o Rada, que no nos gusta. El noise, el ruido, la mugre va a estar siempre, porque aprendimos a escuchar música escuchando eso, el ruido de los 90's. Y la repetición es otro de los elementos que siempre queremos incorporar; es un poco la base del minimalismo que preferimos. Tanto las canciones internamente como el disco en general van esa dirección, lograr algo uniforme, homogéneo. Pero para que la repetición funcione, siempre tiene que haber algo mínimo cambiando. Entonces, hay muy pocos elementos que se agregan y se repiten.
Con respecto a las letras, se puede decir que están despojadas de poesía, de grandes metáforas o reflexiones existenciales. Si algo de todo esto aparece en algún momento es provocado por un mínimo cinismo, ironía, auto-burla. El lenguaje que se usa es el más llano posible, el que uno está acostumbrado a usar cotidianamente. Como pasa con casi cualquier letrista, todo está armado en torno a un montón de gags que se desprenden del estilo de vida que uno tiene, las experiencias que vivió, los amigos, el lugar de donde viene, las cosas que leyó, las películas que le gustaron. Lo que decís acerca de la nostalgia puede ser cierto, creo que hay como cierta nostalgia de la adolescencia, la juventud, el desbunde, la noche, la borrachera con amigos, las anécdotas compartidas con un grupo limitado y específico de personas. Aún así es como una falsa nostalgia, porque no creo que otros tiempos hayan sido mejores, ni que fuéramos más felices... algunos amigos se conservan, y ojalá las noches y las borracheras no se acaben.

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EXCELENTES NADADORES
Varias canciones, o más bien ciertas sonoridades, hacen recordar al emblemático Un soplo al corazón, de los Family, una de las joyas del synthpop español de los 90s. Ese disco tiene una canción que se llama "Nadadora", que fue versionada -entre otros- por los donostiarras de La Buena Vida. Esa misma canción es el nombre de otro de los buenos grupos vascos de pop melancólico. Y por Montevideo tenemos a los Excelentes Nadadores, que dicen no haber escuchado a esas bandas y aseguran que lo de "nadadores" es mera coincidencia. Pero, nobleza obliga, estas y otras bandas españolas son referencia reconocida de los Carmen Sandiego, de La Foca y de Julen y La Gente Sola. ¿Cuáles son las influencias que rondan las canciones del debut de Excelentes Nadadores? "Hay un montón de bandas o solistas que se han quedado con nosotros, que hemos escuchado hasta el hartazgo y que por lo tanto nos deben haber orientado un poco con este disco", asegura Dansilio. "Por un lado, lo más pop-rock, Luna, The Pastels, Sonic Youth, Sparklehorse, Beach House. Por otro, los grandes cancionistas, Bob Dylan, Leonard Cohen, Neil Young. Y por otro, lo uruguayo, Darno, Jaime, Cabrera". Leandro Dansilio habla en plural. Porque Excelentes Nadadores es una banda. O por lo menos un proceso que se fue moviendo desde Bruno Stroszeck hasta el presente.

Leandro Dansilio, parte 3: A principios del 2015, invité a Francisco Izuibejeres en batería, Gonzalo Denis en bajo y Karen Halty en teclados y voces, para que me acompañaran a tocar el disco solista, con la intención de versionarlo, adaptándolo a un formato más rockero y ruidoso. De a poco fueron apareciendo temas nuevos, que irían para un nuevo disco solista. Pero en el medio empezamos a funcionar con una dinámica de banda, más colectiva, en las que todos aportan algo, desde algún lugar. A finales de ese año empezamos a grabarlo, mientras íbamos tocando en vivo. Se fue Gonzalo, quedamos como trío por un par de meses, y fue en ese momento que nos definimos como banda y llegó Hernán Silva en el bajo... A la par, he seguido tocando muy esporádicamente con Los Dinámicos y con Jesús Negro y Los Putos.

((artículo publicado en la revista CarasyCaretas, 08/2017))

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